martes, 25 de mayo de 2010

¡Sí a la actividad física!

Hoy en día ya todos conocemos que el hacer algún tipo de actividad física tiene efectos positivos para nuestra salud. Sin embargo, no todas nosotras lo hacemos, y la razón que muchas alegamos es el factor tiempo; entre la universidad, los deberes académicos, una vida social activa, lo último que pensamos es en darnos un tiempo para realizar actividad física.

Como dato, tenemos que más del 20% de universitarios en nuestro país no realizan ningún tipo de actividad física, según estudios realizados por el Ministerio de Salud (MINSA), en el año 2006. Esta cifra no deja de ser significativa ya que nos da señales de alarma, diciéndonos que este mismo porcentaje de alumnos son candidatos a tener cualquiera de las siguientes enfermedades crónicas no transmisibles: hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, por mencionar sólo algunas.

Es importante que interioricemos los beneficios de realizar actividad física de forma regular y para mencionar algunos están, el mejoramiento en la función cardiorrespiratoria, ayuda a disminuir y controlar la presión arterial, reduce el porcentaje de grasa corporal (mejorando la composición corporal y eliminando esos fastidiosos ¨rollitos¨) entre los beneficios psicológicos se encuentran: la disminución de la ansiedad y la depresión, aumenta el sentimiento de bienestar, además de influir en la autoestima de forma positiva ya que nos vemos estéticamente mejor.
Cuando menciono el hacer actividad física de forma REGULAR, quiero decir que esta debe realizarse de forma periódica, por ejemplo de nada sirve salir a correr una vez por semana, para obtener los beneficios y quieres iniciarte en la movida activa, puedes empezar con cualquiera de estas dos recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para personas entre 16 a 65 años:
Mínimos 30 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada 5 días a la semana.
Mínimos 20 minutos diarios de actividad física vigorosa 3 días a la semana.
También ten en cuenta que a mayor actividad física que realicemos, mayores beneficios para nuestra salud física y mental tendremos. Por otro lado no es necesario ser miembro de un gimnasio, salir a correr, manejar bicicleta, bailar, caminar, pasear al perro, son algunas de las opciones.
Tal vez vemos muy lejano el hecho de tener alguna de estas enfermedades al ser tan jóvenes, pero las estadísticas lo demuestran, cada vez es mayor el número de personas alrededor de los 30 años que empiezan a tener problemas de salud como la hipertensión y si en tu familia existen antecedentes, tienes aún más probabilidad de padecer alguna de las enfermedades previamente mencionadas. Piensa en ti, piensa en actividad física.



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